lunes, 4 de junio de 2007

¿Qué entendemos por educación universitaria?

Por Pedro Ibáñez. Vicepresidente Fundación Adolfo Ibañez

En gran parte, en Chile la educación universitaria todavía sigue pautas del siglo XIX. Esto ya que en que el pregrado se sigue impartiendo como si fuera la única oportunidad para la educación universitaria, centrado tempranamente en una temática técnica que luego quedará obsoleta y dejando de lado aspectos que a esas alturas de la educación son más importantes.
Se desconocen así los requerimientos del mundo moderno, que exige a los egresados altos niveles técnicos por una parte, pero también características personales de adaptación a los cambios y la fragmentación en que les toca vivir.
Según plantea Ortega y Gasset, la enseñanza se desarrolla como técnica y disciplina a consecuencia del principio de escasez. Así, como las ciencias económicas existen porque hay escasez de bienes, en la educación existe también un problema de recursos.
Es precisamente debido a la superabundancia de conocimientos por enseñar que hay que administrar la escasa capacidad de los alumnos para poder abarcarlos. El principio de una correcta asignación de los recursos es uno de los parámetros importantes que define la educación. Los alumnos no tienen la capacidad ni el tiempo para aprender todo lo que se les quisiese enseñar. Vistas así las cosas, la educación no la define el interés de un determinado saber ni tampoco la voluntad del profesor, sino que el deber de enseñar al alumno aquello que requiere para vivir, pero con la condición de que el joven sea capaz de aprenderlo.
Pero, ¿qué es lo que necesita hoy día un joven en materia de conocimientos para poder vivir? Por cierto que una profesión. Pero antes y más importante que ello, son dos las exigencias clave que le hace el mundo de hoy: en primer lugar, y sigo aquí con Ortega y Gasset, un sistema de ideas que esté a la altura de los tiempos. Un sistema vital de ideas desde el cual la persona se relacione con su entorno, desde el cual pueda vivir. A este sistema de ideas vital se le llama cultura, que nada tiene que ver con aquellos rasgos de ornato que suelen apreciarse. Obviamente, adquirir cultura no supone pasar por todo el conocimiento que existe en cada área. Es la capacidad de estudiar los principios que las rigen, el modo de conocimiento que practican y las últimas conclusiones a que han llegado, para integrarlas en una mirada interdisciplinaria. El tener ideas sobre estos temas es estar bien ubicado en el mundo cambiante y fragmentado de hoy, y esa es una de las claves para poder adaptarse.
La segunda exigencia que hace el entorno tiene que ver con una preparación intelectual sólida, que es un área, entre otras muchas, donde ha fallado la educación escolar en nuestro país. Se nos plantea así un desafío adicional, que debe ser remediado en el paso por nuestro sistema de educación superior. La preparación intelectual consiste en que el alumno aprenda a pensar con atingencia, flexibilidad, creatividad y rigurosidad y que sea capaz de comunicarse con sus semejantes. La educación mirada bajo este ángulo no es transmitir conocimientos: se trata de desarrollar habilidades para adquirir, comunicar y generar conocimientos nuevos, para discutir puntos de vista diferentes al propio; en fin, para estimular el pensamiento crítico.

No hay comentarios.: