Christian Valenzuela J.
Cuando estaba en primer y segundo año de la carrera (2005-2006), recuerdo que el comentario general de los alumnos de cuarto y quinto año, y algunos de tercero, con respecto a las asignaturas que estaban cursando era casi consensuado: los ramos son malos, fomes y poco exigentes. Era común escuchar que lo difícil de la carrera era el ciclo básico, específicamente los matemáticos, y que después “se relajaba la mano” siendo el conjunto de asignaturas de los ciclos de licenciatura y profesional algo mucho más abordable para los estudiantes.
Han pasado los años y con ellos las asignaturas recurseras han ido evolucionando de manera preferentemente positiva. Hoy es tercero el año reconocido como más extenuante ―hablar de dificultad es más relativo― y con cuarto disputa el puesto del año más “interesante”, calificativos siempre enmarcados en una opinión generalizada.
La pregunta entonces es qué y/o quiénes han motivado los cambios positivos en las asignaturas, y hay varios motores. Quizás el más importante es la presión de los estudiantes, esa que mediante cartas, firmas, foros, visitas exprés a la oficina de Luís González o directa conversación con un profesor cuestionado ha logrado hacer un quiebre en cómo se estaba planteando una determinada asignatura, dando pie para una mejora.
Si bien la presión de los estudiantes emerge como fundamental para el puntapié inicial de la mejora, no es el factor que concreta la evolución positiva de las asignaturas. No obstante, son una vez más los mismos estudiantes quienes a través de otra vereda aportan. Varios profesores se han dado cuenta que conformar equipos numerosos de trabajo docente, junto con estudiantes que cursaron su asignatura, mejora de manera notable el desempeño. Así los ayudantes se han transformado en una fuente fresca de ideas, basadas en las experiencias y expectativas de sus pasos como alumnos, que ha favorecido la mejora que han tenido varias asignaturas.
El factor anterior no podría ser tal sin particularidades muy nuestras: somos una carrera de pocos alumnos, las salas de clases son contiguas al Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales Renovables ―que concentra a la mayoría de profesores que imparten clases― y los catedráticos en general son cercanos y abiertos a dialogar con sus alumnos. En la práctica, estas particularidades han favorecido el intercambio de ideas y la capacidad de los equipos docentes para entregar una asistencia integral de enseñanza, no compuesta sólo por pruebas y controles, si no que también de sendos trabajos, proyectos, investigaciones y correspondientes presentaciones en equipo ―con la complejidad de revisión que implican―, modalidades que son mucho más cercanas a lo que sería la vida profesional de un recursero.
Dentro de los motores de cambio debiera ser lógico encontrar a la encuesta docente, sin embargo es ampliamente comentado entre los estudiantes que ésta deja mucho que desear. Ante esa opinión los académicos podrían saltar de sus sillas y refutarla tajantemente, después de todo se les ha escuchado defenderla y decir que es una irresponsabilidad de los alumnos la no mejoría de las asignaturas al ignorar el instrumento. Algo de eso puede haber. Aunque no hay que dejar de reconocer que la encuesta tiene falencias y aporta menos de lo que debería. En efecto y apelando a la objetividad que deben tener los estudiantes para contestarla, la encuesta podría tener marcada como alternativa mayoritaria al enunciado “Muy de acuerdo” siendo que una asignatura es francamente de mala calidad. Lamentablemente hoy la encuesta depende de casa central, lo que dificulta su mejora a corto plazo.
No todo ha sido mejoras. Al terminar el IX semestre de la carrera pudimos comprobar que quinto año (o por lo menos la mitad) aún sigue débil. Muchas de las críticas que escuché en el pasado sobre las asignaturas de ese semestre resultaron ser ciertas, aunque también hay pinceladas de mejora respecto a situaciones anteriores. La razón de porqué quinto es más difícil de mejorar es clara: los estudiantes que lo cursaron se van, y con ellos gran parte de la lucha por la mejora también.
Ahora que me toca estar en quinto y conversar con compañeros de los primeros años les digo que por lo menos cuarto ya no es el período decepcionante que era antes. Sin embargo a no conformarse, se debe seguir mejorando, aún quedan asignaturas muy débiles, sobretodo en quinto año. Comentario aparte son las asignaturas electivas, se puede encontrar de todo, algunas muy buenas, otras bastante aburridas. De todas formas, llama la atención que no sean pocos los estudiantes que han preferido cursar electivos en otras facultades.
Por lo pronto, tanto estudiantes como académicos deben seguir velando por el crecimiento de la carrera, siendo en esa tarea fundamental el fortalecimiento de la malla ―que prácticamente se ha mantenido inalterada― y las asignaturas. Que en el pasado hubiera numerosos problemas y que en la actualidad queden otros tantos no es para alarmarse. Es natural que una carrera inventada hace menos de 15 años tenga dificultades, sobretodo considerando que sobre las ciencias ambientales y de los recursos naturales recién se está haciendo escuela.
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5 comentarios:
Que bueno saber que los ramos están mejorando, creo que es fruto del trabajo de muchas generaciones, yo que soy de la 2001, cuando entré ya se estaba luchando contra la maquina en estos temas, y la mayoría no alcanzaron a ver los resultados... así que aprovéchenlo, sáquenle jugo a los profes, a los ramos, a los materiales, exijan salidas a terreno, instancias de discusión, todo!..
El otro día conversaba con una niña de la generación 98 (o algo así) y comentaba que cuando comenzó la carrera muchos ramos se tenían que tomar en otras facultades, independiente de lo incómodo que resulte, creo que sería bueno re tomar algo de eso,compartir con estudiantes de otras carreras, porque se supone que somos una carrera multidisciplinaria, y esa cualidad no se logra solo con la teoría de los ramos, sino que también con la práctica, con aprender efectivamente a comunicarte con otros profesionales que hablan en "idiomas" distinto al nuestro.
En fin, mis felicitaciones al CEIREN por la iniciativa y a Christian por ser el primero.
Cariños
Gloria
Me sumo a Gloria, no puedo más que felicitar la iniciariva.
Lo que plantea Christian es tan pero tan relevante que creo que muchos no logramos ver la envergadura de la evolución y la estructuración estudiantil que ha permitido ser un ente de cambio en una cultura organizacional de una facultad con un promedio de edad académica bastante alta, tendiente a la latencia.
¿Por qué somos particulamente distintos? ¿Qué ha permitido la generación de cambios positivos?. Efectivamente el estudiantado a sido clave, por su capacidad de crítica constructiva y constante insistencia a la mejora, pero también existe otro factor, el promedio de edad de los profesores, que están más influenciados por posibilidades de mejora que con hacer más de lo mismo.
Acá todos han sido ganadores, y todos son elementos fundamentales. Creo que es fundamental el rol estudiantil, tan fundamental que de no existir, esas mejoras serían mínimas o inexistentes. También es fundamental el rol de los profesores, capaces de recibir críticas para mejorar la docencia, de no existir, tampoco los resultados serían alentadores.
Cuando algo no funciona es mucho más fácil decir que la culpa la tiene el otro, y el camino más dificil es el que ha tomado la carrera, asumir las responsabilidades en conjunto, con diversos matices, pero en conjunto.
Me alegra mucho que todo esté mejorando, y es central la responsabilidad que ahora les toca a los de quinto, para que se mejoren las falencias. Quizás puedan proponer una reunión de la generación y los docentes, porque es terrible si nos desencantamos un poco antes de salir a la vida laboral.
Ahora, es bueno nunca dormirse en los laureles, las mejoras con continuas y deben ser tan rápidas como los cambios del entorno.
Felicitaciones al CEIREN, y muchas gracias a Christian por permitirnos a los más viejos enterarnos de como van las cosas.
Un abrazo fraterno
Roxana Bórquez
Felicitaciones muy buena columna, y felicitaciones al CEIREN que por lo que se puede ver estan haciendo un muy buen trabajo, como por ejemplo el ciclo de charlas de biodiversidad con expositores relevantes en los temas y muy buena esta iniciativa de las columnas para incluir al estudiantado y generar espacios de opinion que es una de las labores principales de un centro de alumnos. Saludos y exito.
Que alegría saber que existen frutos de todos los esfuerzos realizados durante el ultimo tiempo motivado en gran medida por los mismos estudiantes. Que alegria saber que los estudiantes se estan posicionando, ejerciendo y reclamando sus derechos a una educacion de excelencia y calidad como se les dijo que era. Que alegria que se mantenga la inquietud en los estudiantes por hacer de nuestra carrera una gran profesion. Que alegria saber que las nuevas generaciones tienen la posibilidad de ser cada vez mejores para cumplir sus propias metas y con ello permitir que las cosas en este país o donde sea que formen nichos se realicen de una mejor manera conforme a nuestra filosofía y forma tan particular de ver las cosas...Sin dudas es una alegría saber que los estudiantes manifiestan y aplican su capacidad de ejercer los cambios necesarios para que nuestra sociedad sea cada vez mejor.
Es de esperar entonces que estos logros se mantengan y mejoren aun mas para que todos esfuerzos valgan la pena. Como dice bien Christian entre dichos: la gran mayoria al culminar su estadia se va, dejando todo lo construido (a veces ignorado) atras. Ojala que todo lo sembrado por quienes se fueron sea retransmitido a quienes vienen y compartido entre quienes ahora están.
Un abrazo
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Que bueno saber que existe opinión dentro de RENARE, por que de verdad muchas veces se extraña eso, creo.
Felicitaciones por el espacio que han creado y espero que así logren salir de la apatía en los cuales los vi durante mucho tiempo.
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